La salud sexual en mujeres diversas va más allá de la mera ausencia de dolencias físicas. Implica un estado de bienestar integral, abarcando lo físico, psicológico, emocional y espiritual, en relación con nuestras orientaciones, preferencias, prácticas y deseos sexuales.

Para alcanzar este estado, es crucial tener acceso a servicios de salud respetuosos, información imparcial y libre de prejuicios, así como vivir libres de marginación o persecución por nuestra sexualidad.

Desafortunadamente, la discriminación hacia quienes desafían las normas heteronormativas a menudo los lleva a evitar la atención médica por temor al maltrato o la humillación.

Para las mujeres diversas, las revisiones ginecológicas regulares son fundamentales para detectar y prevenir posibles afecciones. Sin embargo, existe una creencia errónea tanto en la sociedad como en el ámbito médico de que las mujeres diversas no corren riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual debido a la ausencia de relaciones heterosexuales penetrativas.

Esta falta de información teórica contribuye a la propagación de enfermedades entre mujeres diversas. Incluso sin contacto sexual, pueden desarrollarse infecciones debido a desequilibrios en el pH vaginal, fluctuaciones hormonales u otros factores.

Es esencial promover la prevención mediante chequeos ginecológicos regulares y comunicar cualquier cambio o preocupación al profesional de la salud. Cuidar nuestra salud genital es un acto de amor propio y respeto hacia nosotras mismas y nuestras parejas sexuales.

¡Prioricemos nuestra salud sexual para disfrutar de relaciones satisfactorias y gozosas!