¿Qué hay con la vulvovaginitis?
La vulvovaginitis y la vaginitis son términos que a menudo se utilizan como sinónimos, pero no son lo mismo. La vaginitis se refiere a la inflamación de la vagina, mientras que la vulvovaginitis incluye tanto la inflamación de la vagina como de la vulva, que es la parte externa de los genitales femeninos.
Por lo tanto, la vulvovaginitis es una condición que afecta tanto la vulva como la vagina, causando inflamación, irritación y, a menudo, una secreción anormal. La fisiopatología de esta afección puede variar según la causa subyacente, que puede ser infecciosa, inflamatoria, o puede estar relacionada con otras condiciones médicas.
La vulvovaginitis puede presentarse tanto en mujeres en edad fértil como no fértil, siendo más frecuente en el primer grupo. Se diagnostica entre el 5% y el 15% de las mujeres que acuden a consultas ginecológicas con este síntoma y el 33% de las mujeres en edad reproductiva que padecen vulvovaginitis. La vaginosis bacteriana es común, afectando del 5% al 15% de mujeres caucásicas, del 20% al 30% de asiáticas, el 30% de hispanas y del 45% al 55% de mujeres afrodescendientes.
Causas
Existen varias causas que pueden provocar la vulvovaginitis. Para comprenderlas mejor, las clasificaremos de la siguiente manera:
Causas infecciosas
- Bacterias: es una causa común, donde hay un desequilibrio en las bacterias normales de la vagina, permitiendo el crecimiento excesivo de bacterias nocivas, conocida como vaginitis estreptocócica. Otro ejemplo es la Gardnerella vaginalis.
- Hongos: particularmente por Candida albicans, son otra causa frecuente.
- Parásitos: la más frecuente es la tricomoniasis, causada por el protozoo Trichomonas vaginalis, es una infección de transmisión sexual que también puede causar vulvovaginitis.
Causas inflamatorias
- Reacciones alérgicas: el uso de productos como jabones perfumados, duchas vaginales, o ciertos materiales con los que se fabrica la ropa interior puede causar reacciones alérgicas o irritantes.
- Síndrome genitourinario de la menopausia: como los que ocurren durante la menopausia, pueden reducir los niveles de estrógeno, adelgazando las paredes vaginales y haciéndolas más susceptibles a la inflamación.
- Extirpación de los ovarios: este procedimiento puede provocar algo similar que el síndrome anterior.
Factores de riesgo
Los factores de riesgo de la vulvovaginitis pueden ser los siguientes:
- Cambios hormonales, embarazo, uso de píldoras anticonceptivas, menopausia, etc.
- Relaciones sexuales.
- Infección de transmisión sexual (ITS).
- Algunos medicamentos como antibióticos, corticoides, esteroides.
- Uso de espermicidas.
- Diabetes no controlada.
- Uso excesivo de productos de higiene, baños de espuma, aerosoles, desodorantes vaginales.
- Lavados vaginales.
- Ropa húmeda o ajustada.
- Uso de dispositivo intrauterino (DIU) como método anticonceptivo.
- Ser afrodescendiente
- Cambio de pareja sexual
- Tabaquismo
- Primera semana del ciclo menstrual
- Una dieta con alto consumo de ácidos grasos saturados y monoinsaturados
- Obesidad
- Quimioterapia
- Pacientes inmunocomprometidos (pacientes con VIH, anemia, etc.)
¿Cómo se detecta?
Para diagnosticar la vaginitis, tu médico tratante realizará tu historial de salud, el cual puede incluir información sobre las infecciones vaginales o de transmisión sexual. El médico requerirá examinar la zona con un espéculo vaginal para observar el interior de la vagina en busca de inflamación y secreción. Si el médico lo ve necesario puede solicitarte alguno de los siguientes estudios de laboratorio:
- Examen en fresco: es la observación de microorganismos sin ninguna tinción. Esta observación se realiza a través de un microscopio.
- Cultivo de exudado cervicovaginal: esta prueba recolecta muestras del cuello uterino y de la vagina. Se realiza para detectar la presencia de infecciones causadas por bacterias y levaduras.
- Biometría hemática: es una prueba de laboratorio que permite medir las células que componen la sangre, como los glóbulos rojos, plaquetas y glóbulos blancos. Un nivel fuera de lo normal, podría indicar la presencia de una infección. (chopo)
- Examen general de orina: este estudio evalúa diversas características físicas, químicas y microscópicas de la orina. Pueden detectar una infección en el tracto urinario.
Prevención
Para prevenir la vulvovaginitis es importante considerar las siguientes recomendaciones:
- Evita productos perfumados: lava tus genitales solo con agua tibia. Los productos perfumados pueden irritar los tejidos vaginales.
- No hagas duchas vaginales: éstas, pueden alterar la flora vaginal y aumentar el riesgo de infección.
- Mantén relaciones sexuales seguras: usa preservativos de látex o barreras bucales, limpia los juguetes sexuales y limita el número de parejas sexuales.
Estas prácticas ayudan a mantener el equilibrio natural de las bacterias en la vagina y a reducir el riesgo de infecciones.
La vulvovaginitis es una condición común que afecta a muchas mujeres en diferentes etapas de su vida. La prevención es clave y puede lograrse mediante prácticas de higiene adecuadas, evitando productos perfumados y duchas vaginales, y manteniendo relaciones sexuales seguras. Reconocer los síntomas y buscar tratamiento médico oportuno puede evitar complicaciones y mejorar la calidad de vida. Consultar a un profesional de la salud es esencial para un diagnóstico y tratamiento adecuados.
Con estos cuidados y medidas preventivas, es posible reducir significativamente el riesgo de desarrollar vaginitis y mantener la salud vaginal.