Según la OMS, cada día un millón de personas en el mundo contrae una infección de transmisión sexual (ETS), siendo la franja de jóvenes entre 24 y 35 años la más afectada. Aunque algunas en particular produzcan síntomas, lo que muchas mujeres no saben es que a largo plazo también pueden generar infertilidad. En este artículo descubriremos con qué ETS hay más riesgo de que ocurra y cómo podemos evitarlo.
Pero antes que nada… ¿Sabes qué es una ETS?
Las ETS son infecciones que se transmiten generalmente a través de las relaciones sexuales sin protección, o bien de madre a hijo durante el embarazo. Existen más de 30 tipos diferentes y están producidas por virus, bacterias u hongos.
También existen las ITS, que son las Infecciones de Transmisión Sexual, descubre más sobre ellas en este artículo.
¿Cuáles son las más comunes?
Según los datos más recientes disponibles del año 2018 del Ministerio de Sanidad, las infecciones gonocócicas (o comúnmente conocidas como Gonorrea) ocupan el primer puesto de la tabla de infecciones por ETS junto con la sífilis, y las dos están en tendencia de crecimiento desde hace más de 20 años.
La gonorrea está causada por la bacteria Neisseria gonorrhoeae y puede afectar a los genitales, el recto y la garganta. Algunos síntomas comunes incluyen:
- Dolor o sensación de ardor al orinar
- Aumento de las secreciones vaginales
- Sangrado vaginal entre periodos
La sífilis también está causada por una bacteria e infecta el área genital, los labios, la boca o el ano. La etapa temprana de la sífilis suele causar una llaga única, pequeña e indolora, con una posible inflamación en los ganglios linfáticos. Cuando no se trata, puede causar una erupción cutánea que no pica, frecuentemente en manos y pies. También se pueden tener síntomas muy leves o no presentar ninguno, por lo que es importante realizarse pruebas ante la menor sospecha.
La clamidia también es una enfermedad que está en auge, especialmente en mujeres. Es causada por la bacteria Chlamydia trachomatis. Generalmente, no cursa con síntomas, aunque se puede presentar:
- Flujo vaginal anormal, que puede tener un fuerte olor
- Sensación de ardor al orinar
- Dolor durante las relaciones sexuales
Si la infección se propaga, puede haber dolor abdominal bajo, dolor durante las relaciones sexuales, náuseas o fiebre.
¿Cuáles son las causas de las ETS?
La causa más directa de ETS es la ausencia de métodos de protección en las relaciones sexuales o un uso indebido de ellos, lo que aumenta las posibilidades de contraer una enfermedad por parte de una persona ya infectada. Debemos recordar que la transmisión puede ocurrir por varias vías, sean vaginales u orales. ¡Debemos protegernos!
¿Pueden las ETS provocar infertilidad?
Algunas ETS pueden generarnos inflamación y obstrucción de las trompas de Falopio, así como inflamación de los ovarios y útero.
Tanto la clamidia como la gonorrea en la mujer son factores de riesgo para el desarrollo de la enfermedad pélvica inflamatoria (EPI) que causa una inflamación crónica de las trompas de Falopio, además de cicatrices y adherencias fibrosas que llegan a obstruirlas, impidiendo que el ovocito pueda llegar al útero.
Si se contrae clamidia junto con el virus de papiloma humano (VPH), que también es una enfermedad de transmisión sexual, aumenta el riesgo de esterilidad.
Cuando existe una infertilidad como consecuencia de la infección, se precisa de la ayuda de tratamientos de reproducción asistida como la fecundación in vitro (FIV) o la ovodonación en el caso de buscar un embarazo.
La protección es la clave: cómo prevenir eficazmente las ETS
El mejor método para prevenir el contagio de una ETS es protegerse. Tenemos varias opciones disponibles a nuestro alcance, como por ejemplo el preservativo masculino, el preservativo femenino de poliuretano o nitrilo y las barreras bucales de látex, muy útiles en el sexo oral.
Siempre que tengamos dudas, lo mejor es consultar con nuestro/a ginecólogo/a o profesional sanitario/a de confianza.
Bibliografía
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